lunes, 11 de julio de 2016

Accesorios Fotográficos

¿Que deberías tener? 

Pocas cosas son tan importantes como la organización y la previsión cuando planificamos una salida fotográfica, sea cercana o lejana, sea de una mañana o de varios días.
A la hora de preparar una excursión fotográfica, hay por lo menos 10 elementos que siempre deberían acompañarte, a los que, claro está, dependiendo de tu estilo, del lugar al que vayas y del tipo de fotografías que tengas pensado realizar, podrás ampliar con otros de tu propia cosecha.


                               

1. Parasol

Un clásico que no ocupa nada de espacio en tu mochila, que no pesa, y que será tu mejor aliado para evitar que luces indeseadas como flares o reflejos se cuelen por tu objetivo destrozándose la imagen. Hazme caso, sólo lo echarás de menos cuando lo olvides en casa, así que mantenlo fijo en tu equipamiento destinado al paseo fotográfico. 

2. Batería extra

¿Hay algo peor que quedarse sin batería en medio de ningún lugar, sin enchufes, sin tiendas de fotografía ni vendedores ambulantes dispuestos a conseguirte una exactamente de tu marca y modelo? ¿Vas a arriesgarte a que te pase esto y quedarte todo el día observando ese maravilloso paisaje y pensando que quizá perdiste la única oportunidad de que tenías de fotografiarlo? ¿Vas a perderte ese maravilloso momento sólo por no haberte comprado una batería extra o dos? 
Qué drama, ¿No? Entonces no olvides llevarte alguna batería extra y asegurarte de que la tienes bien cargada un rato antes de salir de casa.

3. Tarjetas de memoria

Nos exponemos a un caso muy similar al anterior. ¿Te arriesgarás a quedarte sin espacio en la tarjeta de memoria en medio de una sesión fotográfica de la índole que sea? Las tarjetas de memoria no son excesivamente caras y además ocupan lo mínimo en cualquier lugar, por lo que no debes ahorrarte llevar unas cuantas extras. Eso sí, no olvides que ser organizado es muy importante, y perder alguna significa perder irremediablemente todas tus fotos.
Igualmente, es más aconsejable tener varias de menor capacidad que una sola de muchísima capacidad, ya que, en el desgraciado caso de que una se te estropeara y no pudieras recuperar la información, “sólo” perderías una parte de las imágenes.

4. Mini trípode

Si vas a hacer fotografía de paisajes, probablemente te lleves un trípode robusto y de inmejorable calidad, por lo que es posible que a un mini trípode no le saques demasiado jugo. Pero de forma general, un mini trípode en la mochila es un gran compañero. Puede salvarte en muchísimas ocasiones inesperadas, y como todo, hay múltiples precios y calidades, dependiendo del uso que puedas llegar a darle, vale la pena invertir un poco más o menos en adquirir uno.

5. Kit de limpieza

Indispensable en cualquier mochila fotográfica y baratísimo. Se acabó aquello de limpiar el objetivo con el vapor de tu aliento y la camiseta, por favor  Hay unas toallitas atrapa-polvo-quitamanchas-milagrosas que lo harán mejor que tu remedio casero, y además cuidarán tus ópticas. Los más básicos suelen componerse de:
  • Pera de aire con pincel: Muy útil para eliminar el polvo de los rincones propios de las cámaras réflex: visor, botones y demás junturas.
  • Paño de microfibras y/o papel limpiador: Atrapa el polvo adherido a las superficies como cristales o espejos y puede eliminar pequeñas manchas como gotas de agua secas etcétera que tengamos en el objetivo.
  • Líquido de limpieza
No olvides hacer de la limpieza de tu réflex algo habitual. Así evitarás que el polvo se acumule y provoque daños más “irreversibles”. Eso sí, asegúrate de hacerlo en un lugar en condiciones (que esté menos sucio que tu cámara) y con tranquilidad.

6. Funda anti lluvia

Aunque a la primera gota de lluvia, nuestro primer impulso es correr a salvaguardarnos nosotros mismos y nuestro equipo, lo cierto es que las fotografías en días nublados o lluviosos son maravillosas. Y estás a una funda de plástico anti lluvia de distancia de poder hacerlas o no. O en su defecto, estás a una bolsa de plástico de distancia de poder hacerlas o no.
E incluso suponiendo que estas imágenes no te gusten, imagina que un chaparrón primaveral improvisto te atrapa en medio de algún lugar donde no puedes resguardarte… Siempre es una gran idea llevar protección extra para tu cámara, y más aún si la forma de hacerlo es tan sencilla, barata y eficiente, como llevando una funda impermeable. 

7. Disparador automático

Este también es un gran clásico de las mochilas fotográficas, y de nuestro equipo. El disparador podrás utilizarlo en múltiples ocasiones: Autorretratos, fotografías en grupo donde por una vez quieras poder salir sin tener que salir corriendo hacia la foto y aparecer siempre con cara de espanto o de estrés, fotografía de paisaje donde quieras evitar las trepidaciones originadas por apretar el obturador, fotografía de larga exposición, etcétera. Además es muy barato y ocupa poco, ¿Qué más puedes pedir?

8. Cargador

Siempre es buena idea llevar el cargador encima para recargar las baterías siempre que puedas. Por ejemplo, cuando pares a recargar las tuyas propias en algún lugar “civilizado” es decir, con enchufes, no suelen tener problema en dejar que enchufes un rato la batería mientras te tomas un tentempié, una bebida o lo que necesites para recargar las pilas.

9. Filtros

Como mínimo espero que tengas en cuenta el UV para proteger tus objetivos (a menos que seas un fanático de la nitidez, en tal caso deberás ser muy, pero que muy responsable con tu equipo). Pero hay un par más que en un momento dado, creo que te encantaría tener a mano.
  • Filtro UV para proteger el objetivo a menos que busques nitidez por encima de todo. Su utilización va “a gustos” pero por lo menos hay que saber para qué se utiliza de forma general.
  • Filtro polarizador para eliminar reflejos y aumentar saturación y el contraste de los colores.
  • Filtro ND (Densidad neutra) para reducir la luz existente y poder disparar a velocidades bajas. Te será útil cuando quieras plasmar el movimiento de alguna escena en concreto como conseguir fotografías de agua con efecto sedoso.


10. Papel y lápiz

Sé que llevas tu Smartphone, que tus notas se cargan automáticamente en tu ordenador al sincronizarse en casa y que así no pierdes nada, que si conoces a alguien y quieres apuntarte su teléfono o email abres un contacto etcétera. Pero el papel y el lápiz nunca se quedan sin batería, así que no está de más llevarlo encima, nunca sabes qué vas a necesitar apuntar y en qué circunstancia.
Y hasta aquí hemos llegado con los 10 imprescindibles en tu mochila fotográfica. Aunque podríamos ampliarla a un par o tres más. La cámara, el objetivo y tú mismo, aunque doy por supuesto que estos tres no te los olvidarás.

                                       

domingo, 3 de julio de 2016

Sensibilidad ISO en fotografía 

¿Qué es? ¿Cómo funciona?

La sensibilidad ISO es, junto con la apertura del diafragma y el tiempo de exposición, uno de los tres elementos que definen la exposición en tus fotos.
La sensibilidad ISO marca la cantidad de luz que necesita nuestra cámara para hacer una fotografía. Este concepto, que viene arrastrado de la fotografía convencional, se mantiene en la fotografía digital, aunque sus fundamentos son algo diferentes. En el siguiente artículo te explico sus fundamentos. ¿Quieres saber más?


                       



Las películas fotográficas están formadas por haluros de plata, millones de cristales transparentes sensibles a la luz, agrupados. Una gelatina actuaba como soporte impidiendo que se agrumen haciendo las veces de vehículo de esa masa lechosa. Esta gelatina, una vez seca, mantiene los haluros suspendidos formando la película propiamente dicha y permite la entrada de líquidos sin necesidad de perder ninguno de los cristales.
El tamaño de estos cristales es lo que marca la sensibilidad de la película y el grano que se aprecia al obtener las copias reveladas.
Con el paso a la fotografía digital, se conservó el concepto de sensibilidad ISO, aunque el funcionamiento del sensor no tiene mucho que ver en este aspecto, y el resultado, tampoco.

                

ISO Digital: La relación señal-ruido

Señal es toda información significativa para construir un mensaje. Ruído es cualquier otro dato que acompañe a la señal dificultando su transmisión, almacenamiento y comprensión
En las cámaras digitales, el sensor o CCD es el chip encargado de la captura de la imagen. Está compuesto por una malla de miles de celdas fotosensibles en las que se recibe la imagen formada por el lente.
Cada una de esas celdas genera una corriente eléctrica en presencia de la luz. Esa corriente eléctrica será luego convertida en datos numéricos que se almacenarán en forma digital binaria en la memoria de la cámara dando origen a un píxel.
Cada una de esas celdas genera una cantidad más o menos fija de corriente eléctrica (y por lo tanto de datos) al azar, aún en ausencia de la luz y en relación a la temperatura.
La sensibilidad de cada uno de los elementos del sensor es fija, con un valor aproximado equivalente a 100 ISO. Los índices ISO superiores que nos ofrece la cámara digital se logran no por un incremento en la sensibilidad de los elementos captores, sino por una amplificación posterior de la señal que estos emiten.
Como estos elementos tienen una emisión de señal de base mas o menos fija, al capturar una señal lumínica débil y amplificarla, estamos amplificando también una buena porción de la emisión de datos aleatoria del chip, con lo que se mezclará una cantidad de señal aleatoria sin contenido a la señal correspondiente a la imagen.

                                Foto de jurvetson